El patio de arrastre comunica con el desolladero y por él sale al ruedo el tiro de mulillas o caballos encargado de arrastrar el toro una vez muerto a espada por el diestro de turno. El arrastre conduce la res muerta hasta el desolladero, donde los carniceros aguardan para desangrarla, descuartizarla y preparar las carnes para el consumo.
consumo.
Patio de caballos
El ruedo también se comunica a través de un ancho portón con el patio de caballos, que es el lugar donde se encuentran la cuadra de caballos de picar y los caballos de rejonear. Suele ser un patio amplio donde los monosabios, mozos de cuadra que auxilian al picador y su cabalgadura durante el tercio de varas, preparan al caballo, dotándolo con el correspondiente peto que lo libra de posibles cornadas y tapando con un pañuelo uno de los ojos del caballo, el que enfrenta al toro durante la lidia. Es en este patio donde los picadores montan a los equinos para calentarlos y prepararlos para la lidia y prueban la resistencia e idoneidad de las varas de picar. En este patio suele encontrarse el guadarnés o dependencia en el que se almacenan petos, sillas y demás utensilios necesarios.
En el siglo XIX se construían patios de caballos de grandes dimensiones para albergar a los numerosos equinos que morían durante la lidia al no existir todavía el peto protector, que se introdujo en 1928. En esa misma época, y por la misma razón, las plazas se hacían con cuadras de gran capacidad para tener una importante reserva de caballos que sustituyeran a los caídos en acto de servicio. Hasta cien caballos cabían en la cuadra de Valencia.
Una de las dependencias a las que generalmente se accede desde el patio de cuadrillas es la capilla, lugar de oración que los toreros visitan cuando llegan a la plaza. Las capillas disponen normalmente de un altar donde se rinde culto a alguna imagen religiosa.
El patio de caballos comunica con la puerta de cuadrillas para que los picadores puedan incorporarse al paseíllo. Esta puerta es el lugar por el que los toreros acceden al ruedo en ese ordenado y vistoso desfile inicial.
Toriles o chiqueros
La puerta de chiqueros o de toriles comunica el ruedo con estas dependencias donde los toros aguardan el turno de su lidia. Los chiqueros o toriles son dependencias rectangulares de reducidas dimensiones donde se aloja un toro. Están situadas a ambos lados de un corredor interno o mangada que desemboca en el ruedo y disponen de una puerta de acceso a este corredor y una trampilla superior por la que se puede controlar el estado de cada res...
Reglamentariamente, una plaza debe constar como mínimo de ocho chiqueros, comunicados entre sí y construidos de manera que facilite la maniobra de las reses en las debidas condiciones de seguridad.
Los chiqueros, a su vez, se comunican con los corrales: espacios más amplios donde se realizan las tareas de desembarque, reconocimiento y apartado de las reses que se van a lidiar. El reglamento exige en el caso de plazas de toros permanentes la existencia de un mínimo de tres corrales comunicados entre sí y dotados de burladeros, pasillos y otras medidas de seguridad.
Las corridas se desembarcan de los camiones en que han sido transportadas desde las fincas u otras plazas y van a parar a los corrales, donde, una vez reconocidas y aprobadas, pasan, ese mismo día o la jornada posterior, a ser enchiqueradas, de modo que cada toro ocupa un chiquero o toril desde el que acceder, llegado su turno, al ruedo.
Algunas plazas antiguas no disponen de corrales, o tienen uno de dimensiones reducidas. Esto es debido a que antes las empresas organizadoras disponían de campos cercanos a la plaza desde donde se trasladaba el ganado el mismo día de la corrida. No se precisaban los corrales, sino los chiqueros donde separar a las reses durante ese corto tiempo. Al comenzar a trasladarse los toros en cajones fue necesario disponer de corrales para albergarlos unos días.
Jessica Figuera www.pasiontoros.blogspot.com
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